Lizcano terminó el 2024 con rumores a su alrededor: se decía que abandonaría el Ministerio de las TIC para preparar su camino a la Presidencia de la República. Su salida del Gobierno el 25 de enero de 2025 avivó aún más las especulaciones. Sin embargo, más que una aspiración presidencial, su verdadero objetivo parece estar en la Vicepresidencia. Su cercanía con el presidente Gustavo Petro y su papel clave en el petrismo lo ponen en una posición estratégica.
El día de su renuncia, Lizcano publicó en Twitter: "Ahora dedicaré mi tiempo a lo más valioso que tengo: mi familia". Nadie niega que el político sea un padre responsable, pero es obvio que también es un ser político. Su salida del Ministerio parece más una jugada de reacomodo que un retiro definitivo.
Durante 21 meses, recorrió el país hablando de conectividad y tecnología 5G, destacando la instalación de más de 2.300 antenas y la entrega de 100.000 computadores a instituciones educativas, incluido Caldas. ¿Fue este despliegue un trabajo técnico o un "vitrinazo político"? La duda queda en el aire, pero lo cierto es que lo convirtió en uno de los ministros más visibles del Gobierno. En sus constantes apariciones en medios, llegó a convertir a Noticias Caracol en su segunda casa, con sus constantes entrevistas hablando de conectividad e innovación.
En Caldas, su poder se siente. Mantiene a sus enemigos callados con puestos y a sus amigos disfrutando de las mieles de algunas alcaldías. Su estructura política sigue firme, con aliados estratégicos en el Congreso, como el representante Wilder Escobar, quien se ha convertido en su escudero dentro del petrismo y apoya sin titubeos las reformas del Gobierno.
Todo parece indicar que Lizcano quiere estar en la papeleta del 2026. La Presidencia puede ser un objetivo lejano, pero la Vicepresidencia es otra historia. Con su capacidad de maniobra y su red de aliados, está más que listo para jugar en las grandes ligas. Falta ver si la baraja del petrismo lo lleva hasta donde quiere.
