Aranzazu: Paisaje Cultural Aguacatero




A Aranzazu ya no le cabe más aguacate en el panorama.

Motivado por mostrarle al país los admirables encantos naturales, culturales y tradicionales de Aranzazu; El Caldense, un periódico local, puso en marcha la grabación de un documental apoyado por la Secretaría Departamental de Cultura, la Alcaldía del Municipio y privados socialmente comprometidos. Para la recolección del material fílmico, un equipo humano y técnico de grabación ha tenido que emprender un complicado recorrido por todas las latitudes de la población. Para ello, ha tenido que internarse en el bosque y ha tenido que trepar ariscas laderas. He acompañado el proceso para colaborar con la dirección del proyecto.

No deja de asombrarnos cuan invasivo puede ser el cultivo del aguacate hass. Hasta los más apartados y escarpados terrenos de la localidad han llegado operarios de las nacionales y trasnacionales aguacateras. Si bien queríamos mostrar un territorio cafetero, limpio y respetuoso de las  más clásicas tradiciones económicas, fue imposible. En medio del proceso de rodaje tomamos la decisión de hacer capturas aéreas del panorama desesperanzador para incluirlas en el filme. En todo caso, un documental no puede estar apartado de la realidad ni de los padecimientos de una comunidad.

Los Chorros de la Moravia, ubicados en la vereda del mismo nombre, constituyen un importante atractivo natural del norte de Caldas, por lo que allá fijamos uno de nuestros destinos. El acceso no es fácil; el camino es difuso y la topografía rebelde. Cuando el cerro de donde caen las aguas se descubre entre las montañas, la sorpresa no es menor: a los aguacateros solo les falta secar la cascada para sembrar unos ingratos palos de aguacate, ¡no les da vergüenza! Alucinando por la escena tan aberrante, eché mano del celular para capturar y dejar evidencia.

No hemos digerido aún el regalito que nos han dejado estos indolentes empresarios y nos caen con un auto de la Agencia Nacional de Minería en el que citan a la comunidad a una audiencia pública de participación de terceros, con el supuesto de intervenir y opinar sobre un proceso precontractual de concesión de contratos mineros. Ya esta probado que lo que diga la ciudadanía en esa, dizque instancia de participación, no va a tener efectos prácticos y todo el poder del estado va a operar para que en Aranzazu se haga extracción de metales.

Estos sucesos nos siembran la duda de ¿a dónde iremos a parar? ¿Será que el Aranzazu que mostremos en el documental, será el mismo dentro de 20 años? Yo creo que no.
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