Por: Uriel Ortiz Soto
Las corporaciones legislativas, serán eficientes, cuando el ciudadano elector, comprenda que su voto es sagrado, que hay que ejercerlo, con responsabilidad y pertenencia, pensando en el futuro de sus regiones y de sus gentes.
Vender el voto, es la peor ignominia, que pueda cometer un elector, puesto que está echando por los despeñaderos de la corrupción, el futuro de sus regiones y truncando el porvenir de presentes y futuras generaciones.
Si queremos moralizar la política, es, a los electores a quienes nos corresponde, tan delicada tarea, eligiendo a los candidatos más serios y con programas coherentes y posibles de desarrollar, concertados con las comunidades.
Hay aspirantes a las corporaciones legislativas, que no pasan de ser vendedores de ilusiones, soportándolas con dádivas y otras promesas, que no se cumplen, puesto que se salen de lo normal y no encuentran asidero en la administración pública.
Desde esta misma semana, empezaremos a ver las plazas públicas, plagadas de estos indeseables sujetos, que solo buscan hacerse elegir, para poner su curul a producir inconsistencias y malos augurios para sus regiones.
Por eso, el 2022, será un año de grandes tempestades políticas, puesto que durante el 2021, no se definieron, ni mucho menos se protocolizaron, los acuerdos de los diferentes grupos y movimientos políticos, a la presidencia de la república y del congreso.
Total, tendremos que soportar todo un maremágnum político, donde la mayoría de las veces, los vencedores aspirantes al congreso de la república, serán los candidatos de chequera en las plazas públicas y quienes logren entroncarse con los gamonales de siempre, que se le entregan al mejor postor.
Es cierto que no existe democracia perfecta, si se hace una evaluación de los actuales legisladores, nos llevaremos grandes sorpresas, puesto que, muchos de ellos, llegaron a las corporaciones legislativas, casi que comprando sus curules y cientos, pecan por ausentismo desmedido, o no pasan de ser meras figuras decorativas para sus regiones.
Por eso, llegó la hora queridos electores, de pensar en serio de cara a las elecciones del mes de marzo, donde elegiremos nuevo congreso de la república, pero que sean auténticos legisladores y no charlatanes de oficio.