
Mientras los medios de comunicación en internet están en su mejor momento, funcionando con costos mínimos y asumiendo la gran responsabilidad de informar sobre el virus y sus efectos, algunos medios impresos han atravesado difíciles circunstancias financieras. El Mundo, de Medellín, no aguantó y tuvo que cerrar. Los directivos del medio atribuyen su cese de actividades a la virtualidad de los colegios y a la baja demanda de servicios de pauta publicitaria en sus páginas impresas.
No solo la industria del impreso periodístico está catapultada al contratiempo financiero, el Noticiero Económico Antioqueño, del periodista J. Enrique Ríos, también deberá dejar de funcionar desde Noviembre 30. La noticia tomó por triste sorpresa a la audiencia del medido, regada por cada rincón de Antioquia.
Otros medios impresos, en la lucha por no desaparecer, se han visto obligados a dejar de circular en físico para quedarse en la información digital, tal como le pasó al New York Times en el 2014, que tuvo que despedir a 100 empleados, y reducir el salario de los restantes para invertir en su futuro digital.