Pero lo más esperanzador de esta terrible situación es que todo va a volver a la normalidad.
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Panorámica del parque Simón Bolivar de Aranzazu | Foto | Cortesía |
Son ya 277 los contagiados de
coronavirus en Colombia, gran parte de los departamentos del país tienen en
vigencia decreto de toque de queda, el sector comercial está paralizado, los
aeropuertos están recibiendo sus últimos vuelos, el Presidente de la República
está agotado, las iglesias están cerradas, la comunidad católica está resignada
a no ver una Semana Santa como todas, los artistas están emitiendo conciertos
desde sus salas, las escuelas carecen de concurrencia estudiantil, el dolar
está en su precio histórico, el precio del petróleo cayó a su mínimo, las
autoridades están alerta, los medios de comunicación coninciden en informar
sobre lo mismo, las redes sociales están atestadas de temas afines a las
circunstancias, los tapabocas ocupan los primeros lugares del interés
comercial, madres cuidan de sus hijos e hijos cuidan de sus madres. El mundo
está en uno de los días más oscuros del siglo.
Las
preocupaciones de las autoridades están siendo bien recibidas por la afable
comunidad aranzacita. Las calles del pueblito caldense, que normalmente están
atiborradas de gente, están solas. Las familias están recogidas en sus casas,
unos cuantos transeúntes aprovechan las pocas excepciones del decreto para
salir del encierro. Pero en los más generales términos Aranzazu lo está
haciendo.
Aranzacitas
regados por el país han decidido quedarse en sus residencias por el miedo
a ser puentes entre el virus y la localidad. El Hospital San Vicente de Paúl
está alerta y sus funcionarios están prestos a servir, como siempre lo han
hecho. Los Bomberos Voluntarios, la Defensa Civil, la policía y el ejército
están comprometidos con la causa, y la alcaldía hace todo lo que está en sus
manos.
En
panorama rural hoy es triste, hace falta saludar a los amigos en la calle, el
silencio es pasmoso y lúgubre, pero lo más esperanzador de esta terrible
situación es que todo va a volver a la normalidad. Nosotros desde aquí también
tratamos de aportar un poco de aliento con esta publicación.
Aranzazu
le está poniendo el alma.