Esta es la curiosa historia del tradicional Jabón Rey



En la lista del mercado tradicional colombiano figuran productos de uso obligatorio en los hogares. Desde el aceite Oliosoya hasta el Jabón Rey, estos artículos han acompañado por generaciones a las familias del país. En particular, el Jabón Rey se ha convertido en un producto infaltable en supermercados y tiendas de barrio.

Su historia comienza con Otoniel Rey, un fusagasugueño que desde muy joven se enfrentó al trabajo duro. A los 17 años, en los años 40, migró a la capital del país en busca de oportunidades. Su primer empleo fue en una empresa de jabones, donde rápidamente destacó por su dedicación y habilidades laborales. Allí tuvo su primer acercamiento con la industria de los detergentes. Con práctica constante, adquirió conocimientos avanzados en química y su aplicación en la producción de jabones, lo que le permitió abrirse camino como emprendedor.

Su compromiso con la innovación era tal que llegó a trabajar hasta 70 horas seguidas. Este esfuerzo dio frutos cuando logró desarrollar un prototipo de jabón que primero probó su círculo familiar. El producto, envuelto en un sencillo papel cuadrado y con el característico aroma que hoy lo distingue, recibió excelentes comentarios. Por recomendación de su primer socio, el creativo cundinamarqués bautizó su producto con su propio apellido: Rey.

Años después, estando en Estados Unidos, Otoniel Rey vivió una de las experiencias más gratificantes de su carrera. Mientras hacía compras en un almacén, descubrió con sorpresa que su producto estaba disponible en los anaqueles del establecimiento. En un curioso giro del destino, Rey decidió comprarse una caja y llevarla de regreso a Colombia para compartir la noticia de la internacionalización del Jabón Rey.

Hoy, el colombiano de a pie utiliza en sus labores diarias la barra azul del Jabón Rey, cuya efectividad es indiscutible. La calidad del producto le ha permitido prescindir de plataformas mediáticas para su promoción. De hecho, en la televisión colombiana nunca se ha pautado publicidad sobre él, y aun así, mantiene niveles de consumo superiores a los de marcas más costosas y cargadas de estrategias comerciales. En su sencillez, modestia y eficacia, el Jabón Rey sigue siendo uno de los productos con mayor acogida en los hogares colombianos.

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