Marino Escobar Arias es hijo de Salamina y residente ilustre
de Aranzazu, líder de uno de los proyectos culturales más encomiables y
edificantes de la comarca. Desde 1989, de su sabiduría musical, su disciplina y
su pasión dependen los destinos de la banda estudiantil de música de Aranzazu,
que está adscrita a la Institución Educativa PIO XI y de la cual participan
también estudiantes de la Normal Sagrado Corazón.
EL CALDENSE: ¿Hace cuánto tiempo
trabaja con la banda del municipio?
MARINO ESCOBAR ARIAS: Llevo ya 29 años al frente de la banda estudiantil de música
de Aranzazu.
EL CALDENSE: ¿Cuáles fueron sus
primeros contactos con la música?
M.E: El esposo de mi tía tenía un grupo musical, acostumbraban
ensayar en los bajos de mi residencia, entre los miembros del grupo estaba el
maestro Víctor Osorio, era un grupo de cuerda y también viento, fue con esto
que empezó la motivación.
Luego, cuando en compañía de mi mamá asistía a las
procesiones de las fiestas de la Virgen me inclinaba mucho a estar cerca de la
banda, cuando crecí un poco más, era la persona que llevaba los papeles de los
músicos de la época. Tuve la oportunidad de entrar en la banda estudiantil de
música tiempo después que estaba bajo la dirección de Rafael Gallego que fue mi
primer profesor.
EL CALDENSE: ¿Cuáles fueron los
primeros instrumentos que interpretó?
M.E: Cuando inicié en la banda de Salamina, comencé con la
percusión, después con el fiscorno y por último a la trompeta que es la que
interpreto actualmente.
EL CALDENSE: ¿Cuáles son las
circunstancias que lo traen a dirigir este proyecto a Aranzazu?
M.E: Yo inicié en la banda de Salamina de la cual soy egresado.
Con la ayuda del maestro Guillermo Ramírez tuve mis primeros acercamientos a la
dirección de banda, y con esto se me presentó la oportunidad, después de
graduarme, de hacer un taller y presentarme a un concurso para participar como
director y de esa manera conseguí ocupar el cargo que hoy ocupo.
EL CALDENSE: ¿Cuáles con sus
motivaciones para trabajar con esta banda?
M.E: La primera motivación es formar personas antes que músicos,
lo segundo es contribuir a través de la música a hacer la paz que tanto
necesitamos en nuestro país, y también hay una motivación dentro de la
satisfacción personal, tomando en cuenta que me gusta mucho la música.
EL CALDENSE: ¿Cuáles son los retos
de ser director de una banda musical?
M.E: Hay grandes retos ahora, no solamente para mí, sino para
todos los directores de Caldas, ya que todo ha cambiado, nos encontramos con
muchos distractores para los alumnos como la internet, los juegos electrónicos
y el celular. Estos son elementos con los que tenemos que luchar. Los muchachos
mantienen distraídos con el celular, sale uno a un descanso y percibe que todos
están aislados con el celular, afuera también es igual, todos con un celular en
la mano.
Otro de los retos es que este no es un proceso continuo,
cada año hay que volver a empezar con miembros nuevos, es una lucha de todos
los años, queda una base pequeña pero entre mucha gente nueva.
EL CALDENSE: ¿Dónde radica el
éxito de la banda?
M.E: Una de las fortalezas es la creación de la Asociación
bandística, ya que es un apoyo importante a nivel económico, para que le banda
pueda suplir sus necesidades. Otra fortaleza es el apoyo por parte de la
gobernación de Caldas, que es para mí, uno de los más importantes, si no fuera
por ese apoyo posiblemente las bandas estudiantiles de Caldas no existirían,
ellos pagan el director, dotaciones y capacitaciones.
El apoyo del municipio también es fundamental, hablado de
instituciones educativas y su apoyo
desde los rectores, profesores y padres que dan el permiso a los estudiantes de
estar aquí participando de una agrupación musical.
El buen estado de los
instrumentos y el salón donde podemos trabajar y el apoyo de la comunidad son
otras de las fortalezas que se han ido adquiriendo y ganando con todos estos años de trabajo.
EL CALDENSE: ¿Cuáles son las
proyecciones y objetivos?
M.E: De aquí en adelante, como lo dije antes, trabajar con el
nuevo grupo de alumnos que vienen para el próximo año, hay unos que llevan
conmigo desde tercero de primaria y este año salen. Hay que volver a formar la banda del año 2019
para poder participar en el concurso de bandas que se va a realizar en el
municipio de Salamina.
EL CALDENSE: ¿Cuáles son las
expectativas con el concurso de Anapoima?
M.E: Tenemos expectativas interesantes, aspiro poder sostenerme
en el grupo de ganadores, pero eso supone una inversión de dinero y tiempo para
poder llegar a cumplir los objetivos.
EL CALDENSE:Un mensaje para los
aranzacitas
M.E: Agradecerles por esa colaboración y solidaridad que tienen
para con el ser humano, porque no solo se trata de los músicos que tenemos en
la banda, sino de las todas las personas de afuera.
EL CALDENSE