Aranzazu, el pueblo de los literatos

Desde hace un tiempo el interés de varios medios de comunicación se ha centrado en Aranzazu por un problema que se considera de "salud pública", problemas mentales en un porcentaje alarmante. Tal vez los datos no mienten y las estadísticas sean numéricamente correctas y los medios atinen en el verdadero problema que se gesta aún en Aranzazu, sin embargo , en Aranzazu no solo nacen Bipolares y enfermos mentales, nacen los genios de las letras, aquellos que han hecho con el don de la palabra lo que muchos no han logrado hacer en años. 

Ejemplos claros y diversos demuestran que en Aranzazu se han formado grandes escritores , escritores que han trascendido, no en patrimonio económico pero si en el corazón de sus lectores.


Javier Arias Ramirez, un poeta de características muy particulares, un cariño indestronable por su pueblo y magia en sus letras. 

Aquí un ejemplo de su genialidad literaria


SOLITARIAS CALLES MÍAS

Estas calles silenciosas,
solitarias calles mías, 
son un álbum de recuerdos 
al que acudo en altas horas
de nostálgica tristeza
en noctámbulo silencio

Estas calles Asimétricas, 
de rebelde geometría,
son testigos inmutables
de mis torpes desvaríos,
de mis grandes ilusiones 
de mis dulces esperanzas.

Sólo en ellas voy hallando
la inconsciencia de otros días, 
en que nada era imposible
y en que todo sonreía
entre brumas allá lejos
porque apenas iniciaba
los caminos de la vida

Estas calles presenciaron
el rubor de mis mejillas
cuando el amor abrió sus rosas
y poblándose mis sueños
de amapolas encendidas.

Estas calles de mi tierra
continúan como siempre
acunando la algazara
de la eterna muchacha
que no piensa
-como no pensé yo entonces
más que en liar mis equipajes
con ensueños y alegrías.

Y estas calles solitarias,
silenciosas calles mías, 
han perdido con mis años
el extraño hermoso rostro
con que ayer me recibían.

Pero siguen todavía 
incrustadas en el tiempo,
mientras yo casi vencido,
por el tiempo en las clepsidras
voy camino a la muerte
por los campos de la vida.

Este poema es testigo directo de la fuerza de la palabra de Ramirez, de su soledad y su angustia, es por esa soledad y esa angustia que José Miguél Alzate (Otro grande de Aranzazu) compila sus más memorables poemas en "Entre la soledad y la angustia".

César Montoya Ocampo es en su persona un aporte importante al nivel literario de Aranzazu, sus libros, unas verdaderas obras de arte, hacen que leer sea mejor que dormir y que el final del libro pese en la conciencia. Así mismo activan la curiosidad léxica del cerebro con palabras de un alto nivel, es por eso que cabe aconsejar leer las obras de Montoya acompañadas de un muy bien actualizado diccionario. Recientemente Montoya invirtió su capacidad literaria en un libro que supera expectativas y que es impactante en su simple título, "Navegante en tierra firme".

Fragmento de navegante en tierra firme


"Estos son los regodeos espirituales que dejan las obras perdurables. en este caso, sobre el amor. Corta palabra con lampos de eternidad, multiplicadora de la especie humana, sonrisa de cunas y llanto desgarrador de las tumbas, substancia que alimenta las impalpables proyecciones del alma"

Un orgullo para Aranzazu que un hijo suyo inspire en sus letras a muchos que han suspirado siendo testigos de su prosa.

José Miguel Alzate, el entrañable amante del pueblo de los sueños, así como le llama a su pueblo, ese pueblo que convirtió en una ciencia y hoy la estudia de pies a cabeza. Producto de ese estudio y ese cariño por su pueblo nace un excelente documento histórico donde conocer a Aranzazu se resume al papel, "Aranzazu, su historia y sus valores" es otro de los referentes de la literatura Aranzacita, por la complejidad de su investigación y por la información cultural tan importante que allí se guarda.

A José Miguel su importancia literaria y su prestancia periodística le ha valido importantes reconocimiento a nivel del departamento, él es un orgullo para Aranzazu.

Juan Diego Aguirre | ELCALDENSE.CO






Artículo Anterior Artículo Siguiente